lunes, 13 de julio de 2015

Historia corta: Fantasía 01

Buenos dias a todos y todas.

Ha pasado casi una semana y he escrito relativamente poco. En mi casa cuesta mucho escribir porque vivo con una persona mayor que necesita mucha atención, y en estas circunstancias cuesta concentrarse, aunque la inspiración va y viene.

Pero he tenido tiempo de escribir algo, una pequeña historia que surgió en mi cabeza. La he llamado Fantasía, aunque en el título de esta entrada pone Fantasía 01. El motivo de ese 01 es porque, muy probablemente, hayan mas como esta, escritas con el mismo estilo y de la misma forma. No es tán entretenída como la anterior, pero muestra la mente creativa de forma abstracta, lo que imaginamos, o podemos imaginar, de forma rápida e inconsciente. Debido a la brevedad de este relato, tal vez publique algo antes de la semana que viene, así que atentos al blog.

Sin mas preámbulos, aqui les dejo con la historia. Sueñen.


Fantasía.
Por: Alberto López del Consuelo.


            Estoy en mi despacho escribiendo, salgo de él y entro en un pasillo retorcido, como con forma de espiral. Llego al final y entro en una despensa de paredes de color amarillo canario, con estantes llenos de fruta en almíbar y conservas de pescado. Salgo de ella y, donde antes había un pasillo retorcido, ahora veo un escenario variopinto, lleno de escaleras que van a ninguna parte y que luchan contra las leyes de la naturaleza, arriba, abajo, del derecho y del revés. Al entrar por una de aquellas puertas llego a un jardín de flores multicolor, en cuyo centro hay un gran árbol que llega más allá de las nubes, y en cuyo tronco un hombre utiliza una flauta de madera para hacer bailar a las flores. Salgo por la puerta por la que he venido y acabo de pie justo al borde del Abismo de la Oscuridad, profundo y hueco. Me tiro por él y cierro los ojos. Al abrirlos estoy en mi habitación, recostado en mí cama. Nada ha cambiado, solo que el silencio se ha instaurado en sus paredes brevemente. Pronto volverá el bullicio y me sacará de allí. Vuelvo a abrir la puerta. Esta vez me espera lo que parece ser un galeote pirata. Veo marineros con aspecto de corsarios ir de acá para allá. Me prenden y me llevan al tablón a punta de espada, listos para echarme a los tiburones. Me lanzan al mar y me hundo en sus aguas saladas. Pero se tornan dulces antes de llegar arriba. Ahora estoy en un lago, una chica desnuda de cabellos flotantes me mira y se ríe desde lo alto de una cascada al verme con la ropa empapada. Se tira y nada hacia mí, y me planta un beso en la boca. Nos besamos, y entonces me empuja lejos de ella, y la pierdo de vista por un instante. Y ahora estoy en un pantano, en medio de la selva, presa de sanguijuelas y mosquitos, y veo un machete en la orilla, lo cojo y voy abriéndome paso por la selva, hasta que salgo de ella y llego a un jardín gigantesco, en el cual se mezclan azaleas, rosas, claveles y girasoles. Y una ancianita de rostro amable me saluda con la mano. Intento acercarme, pero una ráfaga de viento arrastra una gran cantidad de polen que, en ese momento, ciega mi vista. Y cuando la vuelvo a recuperar me doy cuenta de que el aire ahora está muy seco y cargado de arena, y me veo rodeado por un desierto, siguiendo a una caravana de camellos, vestido con una túnica que me protege de la sequedad de la arena y de la inclemencia del sol. Me acercan un odre lleno de agua y, agradecido, la acerco a mis labios, solo para darme cuenta de que se ha convertido en un pellejo de vino, el cual me arrebata de las manos el mercenario que llevo delante, montado a caballo, situado a mi diestra. Entonces, por algún motivo, mi caballo acelera, y no solo el mío, sino todos los que se encuentran en mi misma fila, y lanzamos una carga de caballería contra la vanguardia del enemigo. Y el choque de las lanzas, por algún motivo, vibra en el aire como el sonido de un despertador… y el despertador suena a todo volumen al lado de mi cabeza, arrancándome de mi feliz sueño de fantasía. Lo apago, me pongo cómodo, y sigo soñando. Con suerte, en otros cinco minutos veré cosas aún más interesantes.

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